Tal y como evolucionan las cosas, el perfil de sistemas puro está relegado a ciertas empresas muy específicas.

Con servicios como AWS o Google cloud, el despliegue de infraestructura está muy automatizado y gestionado por expertos en cada materia. En ese punto, competir es algo que roza lo infructuoso. Hoy en día todo está orientado de forma global, y el “hierro” es gestionado y aprovisionado de forma externa con un “click”. El software evoluciona a marchas forzadas y los conceptos se vuelven obsoletos en poco tiempo.

Llegados a este punto, es muy útil ubicarse en un perfil mixto o polivalente. Una persona competente en varias materias y capaz de ver en global toda la solución.

Agunos lo llaman líder técnico. Trastear con muchas tecnologías lo suficiente como para ver su potencial y sus posibles problemas de implantación. No es necesario que se dedique diariamente a esa materia, simplemente debe mantener la mente abierta y conservar la curiosidad de un niño por conocer lo que le rodea. Leer sobre ello es importante, pero hace falta remangarse y jugar con ello. De esa forma se puede llevar a cabo de forma más eficiente la “gestión de expectativas”.

No hay que ponerlo en práctica con todo su potencial. Para eso están los especialistas, pero es importante para poder incluír la experiencia dentro de tu conocimiento adquirido y poder encajarlo. Al final, el proceso de búsqueda prueba y adquisición de habilidades sobre una materia no difieren mucho entre ellas.

1. Recabar información
2. Montar un escenario
3. Ponerlo en práctica
4. Desafiar sus características relevantes
5. Prueba y error
6. Aprender y reevaluar hasta conseguir estar satisfecho con los resultados
7. Organizar la información útil y relevante
8. Seguir la evolución del producto y volver al paso 1 si hay un salto cualitativo importante

Es evidente que para cada necesidad existen varias opciones. En ese caso entra en juego la fase de decisión personal… llamémoslo intuición. Cada persona se siente cómoda con ciertas maneras de proceder según la configuración o requisitos de infraestructura. Por otro lado, no cometamos la imprudencia de decidir sin tener en cuenta las capacidades de tu equipo.

Finalmente, en caso de existir sólo una opción (rara vez ocurre)… ya sabes…. “be water my friend…”